sábado, 10 de octubre de 2015

Contracción muscular




“La contracción del músculo esquelético es un proceso que nos permite generar fuerza para mover o resistir una carga. Se define como la activación de las fibras musculares con tendencia a que éstas se acorten”.(Fernández, 2006).

 Comienza con un impulso eléctrico procedente de una motoneurona que llega a los husos musculares, mediante el nervio motor(eferente), cada Fibra muscular tiene la suya(unidad motora), pero cada motoneurona puede inervar varias fibras musculares. Y dependiendo del tipo de fibra nerviosa se determinará el tipo de fibra muscular.

Este impulso recorre los axones de la motorneurona hasta llegar a los botones presinápticos dispuestos en la cavidad sináptica separados por el canal sináptico de la unión neuromuscular postsináptica.

“Entre los axones de las motoneuronas y las fibras musculares esqueléticas se establece una sinapsis, muy estudiada como modelo de transmisión química, que se llama unión neuromuscular o placa motora”. (Fernández, 2006).

Estos botones sinápticos forman vesículas cargadas de neurotransmisores, principalmente acetilcolina, que se fija a los receptores postsinápticos cambiando la polarización abriendo los tubulos T , permitiendo la entrada de Calcio que se propaga al interiror y que permitirá la fijación a la troponina C, repercutiendo en la troponina T haciendo que la tropomiosina deje al descubierto los lugares de conexión entre actina y miosina. 

En situación de reposo, los filamentos finos y gruesos de un sarcómero se solapan ligeramente. Durante la contracción, los filamentos finos y gruesos se deslizan unos sobre otros aproximando las líneas Z hacia el centro del sarcómero. Para que esto ocurra, la actina y la miosina tienen que estar en contacto a través de los denominados puentes de unión

Una vez fijadas, las cabezas de misosinas hidrolizan ATP en ADP+P para producir la energía necesaria para el golpe de movimiento que permite el giro de la actina en espiral, acercado las lineas Z y acortando las bandas H e I, lo que produce el acortamiento del sarcómero y por tanto la contracción muscular.

“La fuerza que empuja al filamento fino es el movimiento de los puentes de unión con la miosina. La miosina es una proteína motora que convierte la energía química contenida en un enlace del ATP, gracias a su actividad ATPásica, en energía mecánica.”(Fernández, 2006).

Este proceso si se produce en las fibras tipo I, ocurriá unas 300 veces por segundo y si se produce en las fibras tipo IIB, las que producen los movimientos más rápidos e intensos, ocurrirá unas 600 veces por segundo.

El músculo esquelético es un tejido capaz de hacer frente un amplio rango de demandas funcionales, desde realizar movimientos de gran precisión para los que se requiere poca fuerza, hasta contracciones máximas, pasando por el mantenimiento de la postura del cuerpo.

Esta versatilidad del músculo esquelético se debe, en parte, a la existencia de varios tipos de células o fibras musculares, que poseen características funcionales, metabólicas y moleculares distintas. 

Bibliografía

Fernández Vaquero. Estructura y función del músculo esquelético. En: López Chicharro J, Fernández Vaquero A. Fisiología del ejercicio. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2006. p. 81-90. 

García-Baró JA, Vaticón Herreros MD, Organización funcional del sistema motor. En: López Chicharro J, Fernández Vaquero A. Fisiología del ejercicio. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2006. p. 35-50.


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